Crecieron los cachorritos de Tatato y Lanca.
Una noche nos trajimos a uno, el que nos tocaba, para llevarlo al dia siguiente, a su nuevo dueño. El problema fue que no dormimos nada!! porque el chiquitito lloro toda la noche. Finalmente lo acostamos en la cama con nosotros y por supuesto tambien M. que se desperto con los llantos.
Queie upa comigo, decia M.
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